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Diabetes, una enfermedad nada de dulce

Esta enfermedad se ha convertido en una de las más comunes a nivel mundial y Chile no es la excepción, ya que los números han aumentado…  actualmente somos uno de los países con cifras más altas de Diabetes, una enfermedad nada de dulce.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) en su último informe sobre diabetes -publicado en julio de este año-, entre 1980 y 2014 esta enfermedad ha aumentado de 108 a 422 millones de personas. Una preocupante cifra que ha llevado a realizar una serie de iniciativas para crear conciencia y educar sobre la gravedad de esta patología, así como ayudar a aquellos que la padecen.
El 14 de noviembre se conmemora el Día Mundial de la Diabetes, lo que representa una buena oportunidad para aprender a prevenirla y manejarla, si es que ya se padece. Al estar la diabetes tan estrechamente ligada a la obesidad, lo mejor es consumir una dieta sana, equilibrada y natural.
La diabetes se manifiesta de dos formas: Tipo 1 y Tipo 2. Con la primera, el sistema inmune del cuerpo destruye las células beta, que son las productoras de insulina del páncreas. La Tipo 2 se asocia a la resistencia a la insulina, que tiene que ver con que varios tejidos del cuerpo no responden adecuadamente a la acción de la insulina, debido a la disminución progresiva de la función de la célula beta.

¿Por qué nos enfermamos de diabetes?

La diabetes se produce cuando no se crea la cantidad suficiente de insulina en el cuerpo o cuando no se puede procesar la misma de forma adecuada. Esta enfermedad se ha hecho protagonista a nivel mundial al igual que la obesidad por una sencilla razón, van de la mano, al padecer obesidad se aumenta de forma excesiva la probabilidad de desarrollar diabetes.
Esta afección se ha convertido en una de las más comunes a nivel mundial. Chile -a pesar de tener una población moderada en comparación con países como EE.UU o Japón-  no es la excepción y ha aumentado con creces su presencia con el pasar de los años. Actualmente, este padecimiento posiciona al territorio nacional como uno de los países con más alta frecuencia de diabetes en el planeta, pues un 12,3% de la población es diabética.

Avances médicos…

Actualmente, los tratamientos que se llevan a cabo para combatir esta enfermedad consisten en la reducción de la glucemia, medicamentos orales e insulina. Además, se debe llevar una dieta saludable y practicar actividad física.
Considerando la preocupación por el aumento de este mal y para contribuir con el tratamiento de la diabetes, se están realizando diversos estudios con células madre que podrían mostrar resultados positivos y tienen como objetivo entregar una opción de tratamiento real para tratar esta enfermedad.
Uno de ellos es del Hospital de la Universidad de Alberta en Edmonton junto al Instituto de Investigación de Ensayos Clínicos Atman de la Facultad de Medicina de la Universidad de California, San Diego, Estados Unidos, el cual busca mejorar la producción de insulina en pacientes que no pueden elaborarla, mediante el uso de una tecnología llamada PEC-Direct. A través de esta, los científicos a cargo reemplazaron las células madre de los afectados con diabetes tipo 1 y 2 por unas obtenidas durante el desarrollo temprano de la placenta. Estas fueron implantadas y se espera que en unas semanas maduren, y puedan secretar insulina y otras hormonas pancreáticas en respuesta a los cambios en el azúcar de la sangre.
“Esta investigación es una luz para el futuro de todas las personas que padecen esta enfermedad, ya que las células madre tienen un gran potencial terapéutico y son una opción para reparar o reemplazar los órganos y tejidos dañados del cuerpo”, indica al respecto el director médico de VidaCel, Dr. Alejandro Guiloff.
Una segunda investigación fue publicada por Stem Cell Translational Medicine, que describe un enfoque diferente. Un equipo de científicos de Estados Unidos, China y España ideó una terapia llamada Stem Cell Educator (SCE). Por medio de ella, se extrajo sangre de pacientes diabéticos y luego se separaron los linfocitos o glóbulos blancos del sistema inmune, uniéndolos a una serie de placas apiladas que contenían células madre. El objetivo de este estudio es que a través de la interacción forzada con las células madre, los linfocitos de la persona “aprendan” a silenciar la respuesta que daña las células beta, que son las productoras de la insulina.
Entre 2010 y 2014 se hicieron varios ensayos con esta terapia, logrando restaurarse la función de las células beta y controlar el azúcar en la sangre de los diabéticos estudiados, pero no se pudo llegar a una respuesta de cómo funcionaba exactamente. Por ello, este nuevo estudio -que durará aproximadamente cuatro años- persigue también determinar este tema.
Aún quedan desafíos que abordar en relación al uso de células madre para el tratamiento de la diabetes. A nivel científico, se está debatiendo sobre la identificación de la mejor opción para determinar qué tipo de célula tiene el mayor potencial para la terapia de la diabetes. Pero al ser una enfermedad con una deficiencia importante en el funcionamiento de un tipo de célula, el potencial de las células madre para tratarla y mejorar el estilo de vida de las personas es grande. Así, las células madre se pueden considerar actualmente una frontera para la terapia de la diabetes, sin embargo se dice que es posible que algún día se conviertan en su base.

Complementos naturales que puede ayudar

Existen ciertos aliados que se pueden consumir para equilibrar los niveles de glucosa en la sangre. Es así como la naturaleza tiene distintos componentes que poseen la importante característica de ser hipoglicemiantes. Esto quiere decir que funcionan como coadyuvantes en al tratamiento de la diabetes, pero hay que tener en cuenta que suelen utilizarse para las tipo no insulino dependiente.
Hay una planta conocida comúnmente como Pata de Vaca, cuyas hojas son utilizadas para hacer infusiones y así tratar la diabetes no insulino dependiente. Este árbol abundante en Argentina, también funciona como diurético natural y se puede consumir preparando en un litro de agua recién hervida, una hoja grande, y tomando una taza tres veces al día. Se puede consumir en cápsulas y se toma después de comer, se debe consultar con el especialista para complementar.
Otra buena opción es la Morera, que también ayuda a disminuir el azúcar en la sangre para los casos que no dependen de la insulina. Esta alternativa, se puede consumir en formato de infusión como por ejemplo, Té KNOP N°1, que entre sus ingredientes se encuentra esta planta. También se consigue en formato de comprimidos.
Es importante tener presente que siempre hay que consultar con un médico especialista y que lo natural, si bien es positivo y trae beneficios, complementa los tratamientos tradicionales de las distintas dolencias que existen.

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