Comer cada 3-4 horas disminuye el estrés, evitando también la obesidad… La universidad puede ser una experiencia estresante, que deja poco tiempo para comer, por eso presentamos: 11 colaciones que ayudan a mejorar el rendimiento. Se trata de simples y sanos snacks para cuando el hambre aprieta. “Si pasamos muchas horas sin comer, el cuerpo se estresa y hay un aumento del cortisol que dificulta la concentración. La recomendación es ingerir alimentos cada 3-4 horas, porciones pequeñas y saludables, eso disminuye el estrés, también la ansiedad, favorece una mejor concentración y evita la obesidad. Se recomienda, además, evitar el azúcar, porque estimula y genera dependencia, activando la ansiedad cuando no se come”, explica la nutricionista del Centro Inspira, Valentina Arriagada.
Por eso la especialista sugiere las siguientes colaciones que son fácil de preparar y se pueden portar en la mochila:
Frutas enteras o picadas
Chips de manzanas (los venden en supermercados y son como papas fritas)
Yogurt o leche individual descremado
Sandwich de jamón, queso o con verduras y atún
Barras de cereal sin azúcar
Cuadritos de queso fresco o amarillos (no más de media taza)
Rollos de jamón de pavo o pollo
Huevos duros o tortillas de huevo
Scoop de proteínas
Bolitas proteicas caseras (pueden hacerse mezclando maní picado con ciruelas o plátano molido con coco rallado)
Queque saludable hecho con harina integral, huevos, leche y stevia
Evitar el estrés ayuda a prevenir la obesidad. De acuerdo a la Tercera Encuesta Nacional de Salud, la población de 20 a 29 años es bastante sedentaria (81,2%) y tiene un bajo consumo de 5 o más frutas y verduras durante el día (13,1%), lo que deriva en un alto porcentaje de jóvenes con sobrepeso (35,8%), obesidad (22,5%) y obesidad mórbida (2,1%).
“Los principales factores que inciden en que jóvenes en la universidad tengan tendencia a la obesidad son: que comen mal, comen a destiempo y comen solo chatarra. Además, comen en cualquier momento sin horarios de alimentación; tercero, no toman estos optativos relacionados con el deporte; y, finalmente, si funcionan de noche comen mal y alimentos improvisados”, advierte Juan Eduardo Contreras, jefe cirugía bariátrica y metabólica de la Clínica Santa María.
Dado que la obesidad mórbida es una enfermedad que en su gran mayoría se puede tratar sólo mediante cirugía bariátrica, el especialista recomienda detener su avance a tiempo. “Los malos hábitos y la genética aumentan las posibilidades de ser obesos mórbidos, lo que se traduce en enfermedades relacionadas, como hígado graso, diabetes y otras. A eso hay que sumar la problemática de autoestima que hace que su calidad de vida esté muy deteriorada, porque sienten que tienen menos oportunidades. Para obesos mórbidos, la cirugía es el único método eficaz que les permite recuperar su vida pero las autoridades de salud no la reconocen con financiamiento, por lo que solamente se operan unos 600 pacientes en todo el país, para una población de 500 mil personas”, aclara Contreras.