La implementación del teletrabajo en el país llegó a 72% durante la semana del 16 de marzo. Sin embargo, muchos reconocen que su organización tiene nula o intermedia capacidad para realizar teletrabajo, ya sea porque no cuenta con la infraestructura necesaria o la tecnología adecuada. ¿Dónde te aprieta el teletrabajo? Cuáles son los principales desafíos que enfrentamos…
El coronavirus cambió la forma de vivir la cotidianidad, las costumbres y hasta la forma de trabajar. Tras varios meses de cuarentena, el home office se ha convertido en una realidad para la gran parte de las empresas y, si bien se ha demostrado que a nivel internacional la productividad se incrementó en un 28%, existen otros factores sobre esta práctica que pueden afectar a los colaboradores.
En Chile, de acuerdo con un estudio de Randstad, la implementación del teletrabajo en el país llegó a 72% durante la semana del 16 de marzo. Sin embargo, el 53% de los encuestados reconoce que su organización tiene nula o intermedia capacidad para realizar teletrabajo considerando que, para que esta modalidad funcione correctamente, tiene que existir una infraestructura y tecnología adecuada.
Claudia Sáez, Gerente de RRHH de Sodexo, explica que “en tiempos excepcionales como los que estamos viviendo es necesario que los líderes y jefes de las organizaciones tengan especial atención con el bienestar de sus colaboradores a la hora de trabajar para así influir en su satisfacción y motivación, ya que no solo es complejo trabajar bajo estas circunstancias sino también afecta el ámbito personal”. Sáez identificó los principales desafíos a la hora de trabajar en casa y así encontrar una solución.
Largas jornadas de trabajo. Muchos trabajadores han notado que estando en casa es difícil apagar la computadora y dejar para mañana esos correos o tareas que se presentan tras finalizar la jornada laboral. Podría parecer normal asumir que, al estar en casa, el colaborador estará disponible todo el día porque las restricciones para salir los mantienen por obligación en su hogar. Sin embargo, es importante descansar y saber desconectarse y, al mismo tiempo, los buenos líderes, deben saber respectar el horario laboral.
Falta de comunicación y compromiso. Estar lejos representa un reto de comunicación para cualquier tipo de relación, más aún cuando no es un modelo de trabajo que se ejecute normalmente. Es importante que estés al pendiente del bienestar de tus colaboradores y de encontrar la manera de comunicarles que son parte de un equipo, aunque no se encuentren en el mismo lugar.
Problemas técnicos. Algunas veces no es que el colaborador no quiera realizar sus tareas, sino que existen problemas en casa fuera de su alcance. Conexión a internet, falta de equipo, escritorio o fallas en la luz pueden ocasionar que los colaboradores no rindan al 100%. Y es que, en la oficina, cada empleado cuenta con un espacio exclusivo para ellos, una silla adecuada y lo básico para desempeñar sus funciones, cosas tan cotidianas que pueden pasar inadvertidas, pero cobran relevancia cuando no se tienen. Procura proveer a tus colaboradores las herramientas fundamentales, te sorprenderá la efectividad y eficiencia que un simple detalle puede generar.
Falta de organización y metas. Trabajar a distancia no solo es un reto para los empleados, sino para el área de recursos humanos y los líderes de cada equipo. No es lo mismo supervisar o monitorear el desempeño de tus empleados de manera presencial, por lo que tu método debe cambiar. Trabajando vía home office puede resultar más eficiente un plan por objetivos en el que los empleados no estén tan apegados a un horario sino a cumplir con metas fijadas previamente por ambas partes.
Conflictos familiares. Estos suelen impactar en el desempeño laboral y viceversa, si consideras que ahora tus colaboradores se encuentran en el mismo espacio trabajando y conviviendo con sus familias, la situación puede salirse de control. Para solucionarlo, es recomendable realizar actividades a distancia que integren a las familias, respeten sus horarios laborales y les brinden la capacitación necesaria para enfrentar esta situación.
Problemas físicos y emocionales. Muy de la mano del problema anterior se encuentran los problemas personales derivados tanto del trabajo como del encierro. Algunos de los más frecuentes son:
– Insomnio y episodios de ansiedad que estén alterando el ciclo del sueño.
– Estrés o explosividad.
– Sedentarismo y consumo elevado de comida chatarra (azúcares y carbohidratos).
– Problemas ergonómicos y dolores relacionados.
– Arrebatos emocionales.
– Ansiedad.
Fuente: Sodexo