El surgimiento de la Viruela del mono ha causado alarma, pero afortunadamente los expertos descartan que esta enfermedad pueda convertirse en una nueva pandemia. En Chile, la alerta se activó recientemente, cuando el gobierno argentino informó sobre un caso sospechoso de la Viruela del mono, correspondiente a una persona de la provincia de Buenos Aires, que se acercó a un centro de salud con síntomas asociados a la enfermedad.
De acuerdo con los antecedentes, el paciente habría regresado hace poco desde España y presentaba pústulas en distintas partes del cuerpo y fiebre, aunque su estado de salud general es bueno.
Orígenes de la Viruela del mono y transmisión
Se sospecha que roedores africanos participan en la transmisión, según las guías de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades en Estados Unidos; es una enfermedad que, aunque muchos no hayan escuchado hablar de ella hasta ahora, se conoce desde 1958 y está más estudiada que el Coronavirus.
Para contagiarse de otro humano se requiere, sobre todo, que haya contactos estrechos, intercambio de fluidos corporales y roces directos o indirectos con material lesivo infectado. La principal teoría para explicar la propagación de esta enfermedad es la transmisión sexual entre hombres homosexuales y bisexuales, en fiestas electrónicas celebradas en Europa, lo cual no implica que sea una enfermedad de transmisión sexual.
El jefe de Urgencias de Clínica Indisa, Dr. Leonardo Ristori, comenta las medidas que se deben tomar: “Mantener el uso constante de mascarilla, estar alerta a los principales síntomas y evitar el contacto estrecho en lugares cerrados, junto con el aislamiento total de los casos confirmados y sospechosos. El contagio se puede producir a través de animales, pero también de persona a persona, por contacto estrecho. Se puede transmitir vía secreciones de las vías respiratorias o lesiones en la piel de una persona afectada. Del mismo modo, se puede contagiar por contacto indirecto con materiales contaminados por fluidos o lesiones”.
Síntomas de la Viruela del mono
El período de incubación —desde que la persona se infecta hasta que tiene síntomas— suele ser de 7 a 14 días, pero puede variar entre 5 y 21 días, de acuerdo con lo que señalan los CDC (Centers for Disease Control and Prevention). Los principales síntomas de la enfermedad son:
- Dolor de cabeza.
- Fiebre.
- Agotamiento.
- Dolores musculares.
- Dolor de espalda.
- Escalofríos.
- Inflamación de ganglios linfáticos.
Un punto importante a tener en consideración, señala el Dr. Leonardo Ristori, es que “desde que el paciente presenta fiebre son hasta tres días en los que pueden aparecer las manifestaciones en la piel”, por lo que hay que prestar especial atención al cuerpo si se producen altas temperaturas.
Al igual que la peste cristal, esta enfermedad puede presentar manifestaciones dermatológicas. Dentro de estas están manchas en la piel —al comienzo—, pero que luego crecen hasta llegar a formar pústulas que pueden reventarse e incluso infectarse, dejando costras.
Actualmente, no existe un tratamiento comprobado contra la infección de la Viruela del mono. Sin embargo, para prevenir un brote se pueden usar antivirales, y si presentas alguno de los síntomas indicados, puedes acudir a la Urgencia de cualquier centro asistencial.
Finalmente, el especialista señaló que “como los síntomas son comunes al inicio de cualquier virus, hay que ser responsables en consultar apenas se esté enfermo y atender a todas las medidas de protección. Notificar y hacer la trazabilidad de los contactos, para evitar un brote mayor”.