El VIH y el SIDA son dos términos que, aunque a menudo se utilizan de manera intercambiable, son muy distintos. Entender esta diferencia, junto con otros aspectos relacionados con la infección, es clave para erradicar mitos y creencias erróneas que continúan siendo un obstáculo en la lucha contra esta enfermedad. Hoy, a través de las respuestas del Dr. Michel Serri, infectólogo de Clínica RedSalud Vitacura, desmitificamos los conceptos más importantes sobre el VIH y el SIDA.
¿Qué es el VIH y qué es el SIDA?
El VIH (Virus de Inmunodeficiencia Humana) es el agente causante de la infección que ataca el sistema inmunológico, debilitando las defensas del cuerpo. Este virus, a lo largo del tiempo, puede llevar a una persona a desarrollar SIDA (Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida), una condición avanzada en la que el sistema inmunológico está gravemente comprometido. En esta etapa, las personas son más vulnerables a infecciones y enfermedades oportunistas que pueden ser fatales si no se reciben los cuidados adecuados.
Es fundamental destacar que el VIH y el SIDA no son lo mismo, aunque la confusión entre ambos conceptos ha sido común. El Dr. Serri explica que el SIDA es solo una etapa del VIH avanzado, la cual se desarrolla si la infección no se trata o se abandona el tratamiento antirretroviral.
¿Es posible vivir con VIH sin desarrollar SIDA?
Una de las dudas más frecuentes es si es posible vivir con VIH sin llegar a la etapa de SIDA. La respuesta es afirmativa: no todas las personas con VIH desarrollarán SIDA. De hecho, muchas personas que viven con VIH, gracias a los avances en la medicina y a la terapia antirretroviral (TAR), llevan una vida completamente normal. Sin tratamiento, sin embargo, la inmunodeficiencia avanzará, lo que puede terminar en SIDA.
El Dr. Serri recalca que es vital detectar el VIH a tiempo y seguir el tratamiento adecuado para prevenir que el virus progrese. Si la persona vive con VIH y sigue los controles médicos necesarios, su esperanza de vida y calidad de vida serán prácticamente iguales a las de una persona sin VIH.
¿Cómo prevenir que el VIH evolucione a SIDA?
La prevención es la clave para evitar que el VIH avance a SIDA. El primer paso es realizarse el test de VIH de manera periódica, especialmente si se tiene una vida sexual activa. La recomendación es hacerse el test al menos una vez al año, aunque si se considera que hay más riesgo, es ideal realizarse el test cada seis meses.
Si una persona es diagnosticada con VIH, es fundamental iniciar la terapia antirretroviral (TAR) lo más pronto posible. Este tratamiento ayuda a mantener el virus bajo control y a prevenir que se debilite el sistema inmunológico. Si ya se encuentra en la etapa de SIDA, la terapia antirretroviral es igualmente esencial, ya que puede ayudar a recuperar las defensas y mejorar la calidad de vida.
Los mitos más comunes sobre el VIH y el SIDA
El Dr. Michel Serri señala varios mitos persistentes sobre el VIH y el SIDA que generan confusión y estigmatización. A continuación, desmentimos los más comunes:
- “Las personas mueren de SIDA o de VIH.”
Esta es una de las creencias más erróneas. Nadie muere de VIH o SIDA en sí mismos. El VIH debilita el sistema inmunológico, lo que puede permitir que surjan infecciones graves o ciertos tipos de cáncer. Pero, con el tratamiento adecuado, una persona con VIH puede vivir una vida larga y saludable. - “Se puede identificar a una persona con VIH por su apariencia.”
Este mito es peligroso y lleva a la discriminación. Las personas con VIH pueden lucir completamente saludables, ya que no hay señales externas que indiquen que una persona vive con este virus. Es por eso que el diagnóstico y el tratamiento son esenciales. - “El VIH se transmite por besos, compartir un vaso o por el contacto físico casual.”
El VIH no se transmite por contacto casual. El virus solo se transmite a través de fluidos corporales como sangre, semen, fluidos vaginales y leche materna. No se transmite a través de besos, sudor, saliva, ni por compartir objetos como utensilios de cocina o de oficina.
Vivir con VIH: ¿En qué condiciones?
Hoy en día, vivir con VIH es completamente posible y, bajo tratamiento, la esperanza y calidad de vida pueden ser casi iguales a las de una persona que no tiene VIH. El Dr. Serri explica que las personas que siguen un tratamiento antirretroviral de manera continua, con chequeos regulares y bajo control médico, pueden tener una vida activa y saludable.
Sin embargo, a pesar de los avances en el tratamiento y la prevención, sigue existiendo un fuerte estigma socialalrededor del VIH. Las personas que viven con el virus a menudo enfrentan discriminación en diversos ámbitos: en sus familias, en el trabajo, e incluso dentro de la comunidad médica. El desconocimiento sobre cómo se transmite el VIH sigue siendo un problema, y esto contribuye a la exclusión y el rechazo hacia quienes viven con la enfermedad.
Es importante recordar que vivir con VIH es comparable a manejar una enfermedad crónica como la diabetes o la hipertensión. Con el tratamiento adecuado y un estilo de vida saludable, las personas con VIH pueden llevar una vida plena y exitosa.
Conclusión
El VIH y el SIDA son dos conceptos distintos, y la clave para evitar la progresión hacia el SIDA está en el diagnóstico temprano y el tratamiento adecuado. Desmontar los mitos que aún existen sobre esta enfermedad es fundamental para crear una sociedad más inclusiva y empática, libre de estigmatización. Recordemos que las personas con VIH tienen el derecho de vivir una vida normal y que, con los avances médicos, hoy en día es completamente posible.
Es nuestra responsabilidad seguir educándonos, reducir los prejuicios y apoyar a quienes viven con VIH para que puedan llevar una vida plena y sin barreras.