La escena es conocida: son las 4 de la tarde, estás frente al computador o esperando a que los niños salgan del colegio, y de pronto… ese antojo por algo dulce aparece como un fantasma. Y no, no es un hambre común. Es más bien una necesidad urgente de comer ese trocito de chocolate, un pastelito o lo que sea que haya en la despensa.
¿Te suena familiar? No estás sola. Pero aquí viene la buena noticia: sí se puede manejar el antojo por lo dulce, sin caer en dietas extremas ni demonizar el placer de comer. Conversamos con cinco nutricionistas expertas, todas mujeres, todas con experiencia en ayudar a otras mujeres a llevar una relación más saludable (y realista) con la comida.
Spoiler: no se trata de eliminar los dulces, sino de entender de dónde viene el antojo y saber elegir con inteligencia y preparación.
“Primero, una bebida caliente… y luego evalúo el antojo”
Para la nutricionista Fabiana Cremer García, lo primero que hace cuando aparece el deseo por lo dulce es algo simple pero clave: hidratarse.
“Tomo un té, café o aloe con té. Muchas veces, el antojo por lo dulce tiene un trasfondo emocional. Algo caliente ayuda a reconectarte contigo y calmar la ansiedad”, cuenta.
Después, si sigue con ganas de algo dulce, prepara un snack equilibrado: un panqueque proteico con claras y proteína en polvo, o yogur griego con un poco de quinoa.
¿Su mejor consejo? Planificación: “Tener siempre algo preparado en casa o en la cartera. Eso evita caer en cualquier cosa cuando aparece el antojo”.
“Comer también es emoción, no solo nutrición”
La nutricionista y magíster en nutrición Ana Cristina Gutiérrez tiene una mirada holística:
“Soy una persona activa, y enfrento lo dulce con sentido. A veces comparto un trozo de torta con mi mamá o un chocolate amargo con mi pareja. Eso también es bienestar”, dice.
Su enfoque se basa en el equilibrio, no en la culpa. Cree firmemente que comer puede ser un acto que une nutrición, placer y emoción. “El secreto está en moverse, estar informada y no vivir en extremos”.
“Fruta primero, batido después”
Para la nutricionista dietista Clara Lucía Valderrama, la fruta es su primera aliada frente al antojo.
“La fruta es dulce de forma natural y además tiene fibra, lo que genera saciedad”, comenta. Y si eso no basta, recurre a un batido proteico que le aporta nutrientes y evita caer en opciones llenas de azúcar.
Su estrategia es clara: prevenir en lugar de prohibir.
“Yogur, chía y panqueques proteicos: mis favoritos”
¿Antojo dulce y saludable? Para Talía Pinto, también nutricionista, hay muchas opciones ricas y fáciles.
“Uso yogur griego sin azúcar con frutas, kéfir, pudín de chía con yogur natural o panqueques de avena con proteína”, explica.
Su clave está en la preparación y tener ingredientes a mano. “Cuando tienes lo que necesitas, evitas caer en la típica galleta o chocolatito al paso”.
“¿Hambre real o emocional?”
La pregunta que se hace la nutricionista Valentina Soto antes de comer algo dulce es simple pero poderosa:
“¿Tengo hambre real o emocional?”. Si es real, opta por alternativas como yogur griego, muffins caseros o un trozo de chocolate negro de buena calidad.
Una de sus opciones favoritas es el Nutri Muffin de Herbalife, porque es rápido, saciante y cumple su función sin hacerla sentir culpable.
Entonces… ¿se puede controlar el antojo?
La respuesta es sí, pero no desde la restricción, sino desde la conciencia. Estas nutricionistas no hablan de prohibiciones, sino de entender el origen del antojo, tener alternativas listas y disfrutar de forma equilibrada.
Y algo que todas tienen en común: no viven la alimentación desde la culpa, sino desde la conexión con su cuerpo, sus emociones y sus rutinas.
Así que la próxima vez que tengas ganas de algo dulce, hazte estas preguntas:
- ¿Dormiste bien anoche?
- ¿Has tomado suficiente agua hoy?
- ¿Comiste bien en tu última comida?
- ¿Tienes algo rico y saludable a mano?
Tal vez, con solo un poco de planificación y autoconocimiento, ese antojo ya no tendrá tanto poder sobre ti.
Consejo Consultor de Nutrición de Herbalife.



