Aunque la marraqueta y la hallulla siguen reinando, un invitado que llegó tímidamente hace unos años se ganó un espacio propio en nuestras mesas: la Ciabatta. Este 13 de noviembre se celebró por segundo año consecutivo el Día de la Ciabatta, una fecha que probablemente hace una década ni imaginábamos, pero que hoy refleja cómo han cambiado nuestras preferencias y nuestros hábitos alimentarios.
El ascenso de la Ciabatta en Chile
Según la “Radiografía del consumo de pan”, elaborada por Lider, Walmart Chile, la Ciabatta ha tenido un crecimiento sorprendente en sus ventas. Y no es menor: el estudio revela que los chilenos gastan en promedio $28.000 mensuales solo en pan, y consumen cerca de 90 kilos per cápita al año. Eso significa que el pan sigue siendo un protagonista absoluto de la mesa chilena.
Dentro de ese universo, la Ciabatta no solo se abrió camino, sino que se convirtió en el tercer pan preferido por los consumidores, alcanzando un 13% de las preferencias según el estudio 5C de Cadem (2024). Para un pan que antes vivía casi exclusivamente en restaurantes y cafeterías, no está nada mal.
Catalina Gaedechens, Gerente Comercial Divisional Panadería, Pastelería y Platos Preparados de Walmart Chile, lo resume así:
“Vimos que los chilenos estaban abiertos a nuevas variedades y quisimos responder con productos que dialoguen con esos gustos. La Ciabatta de Pan de Origen es justamente eso: una alternativa más artesanal, más versátil y con un sello distinto”.
Por qué la Ciabatta se ganó el corazón de tantos
La Ciabatta no es solo un pan bonito. Es un pan esponjoso, versátil, multipropósito y con un sabor que combina lo rústico con lo moderno. Su textura permite usarlo tanto en sándwiches como en tostadas, y funciona igual de bien para un brunch de domingo que para un almuerzo liviano en la oficina.
Detrás de esa magia hay un proceso artesanal que toma tiempo. Así lo explica Felipe Castaño, gerente general de Pan de Origen, marca responsable de la Ciabatta que encuentras en los supermercados Lider.
“La Ciabatta se elabora con masa madre y más de 8 horas de fermentación. Es un proceso vivo, paciente, que respeta los tiempos y los ingredientes. Esto nos permite obtener una corteza crujiente y una miga suave y aireada, que además se mantiene fresca por más tiempo”.
En otras palabras, es un pan hecho a la antigua, pero pensado para la vida actual.
Beneficios que quizá no conocías
Además de su sabor, hay algo más que ha impulsado su popularidad: sus beneficios para la salud.
Una fermentación prolongada no solo mejora la textura y el aroma. También permite el desarrollo de probióticos y bacterias beneficiosas, favoreciendo la salud intestinal y ayudando a mantener un índice glucémico más bajo en comparación con panes más procesados.
La nutrióloga Daniela Moya agrega un punto interesante: “El pH ácido de la masa madre rompe la proteína del gluten y la transforma en aminoácidos, por lo que muchas personas con sensibilidad o intolerancia al gluten pueden consumir Ciabatta sin mayores problemas”.
Es decir, no es solo un pan rico: es un pan más amigable con tu digestión.
Un pan que conversa con las nuevas tendencias
Hoy se prefieren alimentos más naturales, con procesos claros y sabores auténticos. La Ciabatta calza perfecto con esa búsqueda: es artesanal, tiene pocos ingredientes y sigue un método tradicional.
Por lo mismo, no sorprende que haya encontrado su espacio tanto en hogares como en cafeterías, picadas y restaurantes que buscan elevar la experiencia del pan sin perder lo cotidiano.
Un día para celebrar
Con este crecimiento, no es raro que el 13 de noviembre se haya transformado oficialmente en el Día de la Ciabatta, una fecha para celebrar un pan que mezcla tradición, artesanía y tendencia.
Para quienes buscan opciones más naturales, sabores más complejos o simplemente variar el pan de todos los días, la Ciabatta llegó para quedarse.
Así que este año, ya sea en un sándwich, una tostada o acompañando tu café matutino, dale un espacio a este pan que conquistó a Chile con paciencia, fermentación y mucha miga.



