Para muchas personas, uno de los desafíos inesperados de este año ha sido la necesidad de ajustar su rutina para incluir el aprendizaje a distancia de sus familias. ¿Cómo administrar el trabajo en casa y con hijos? A pesar de despertar con la determinación de hacer que el día de colegio en casa fluya sin problemas, a veces, simplemente no se encuentra un momento para detenerse y respirar profundamente. Y eso puede hacer que los niveles de estrés se disparen.
Tener que realizar múltiples tareas cambió la línea de pensamiento de padre a profesor o empleado que no se detiene; eso ha traído mucho agotamiento y días que no terminan, lo que se refleja en un impacto negativo para la salud, mala higiene del sueño, estado de ánimo bajo y aumento del estrés.
¿’Hay soluciones para volver al equilibrio? La regla de oro es dividirlo en partes como cualquier gran proyecto.
Crea una rutina flexible: una rutina ayuda a que la vida transcurra sin problemas porque liberamos tiempo y energía mental para otras actividades que requieren decisiones más reflexivas. Un calendario familiar y tablas de tareas son excelentes formas para que todos sepan qué esperar cada semana. También ayuda a los niños a sentirse importantes e independientes al hacer lo que se les pide en función de sus capacidades, como reemplazar el papel higiénico o alimentar a la mascota de la familia. Anima a los hermanos a que se ayuden mutuamente antes de pedir tu ayuda. Planifica las horas de limpieza de la familia cada semana para hacer cualquier cosa que los niños no pudieran realizar solos durante la semana.
- Organiza tu trabajo en torno a las necesidades de tu familia: guarda las tareas menos críticas para los momentos en que es probable que haya distracciones y reserva las más importantes para cuando los niños se encuentren ocupados. Las interrupciones y los cambios imprevistos en las prioridades sucederán con frecuencia, así que no te enfoques en que todo salga exactamente como está planeado y juega con lo que pueda traer cada día.
Si sabes cuáles son los mayores obstáculos y compartes responsabilidades con tu pareja u otro miembro mayor de la familia, divide y vencerás; es decir, uno podría trabajar mientras el otro enseña o cocina.
En los días que sabes que son particularmente exigentes para ti, asegúrate de tener suficientes alimentos y colaciones preparadas desde un día antes según el plan de comidas semanal. Si los niños han desarrollado la capacidad de disponer sus alimentos por sí mismos, dales acceso a los desayunos, almuerzos y colaciones fáciles de manejar.
Combate el estrés incluso antes de que comience. Esto te permitirá a ti a tu familia seguir los hábitos que ya tienen, así, si las cosas cambian y hay días ocupados de manera inesperada, estarán en piloto automático y ya sabrán qué hacer.
- Mejora la forma en que se comunican en familia para minimizar las interrupciones: ten en cuenta que la educación en el hogar también es desafiante y estresante para ellos, por lo que tu guía con amor y paciencia los ayudará a sentirse mejor. Sé claro acerca de tus expectativas y fomenta las sugerencias que comenten todos los miembros de la familia sobre cómo hacer que las cosas salgan aún mejor. Los niños más pequeños pueden necesitar una visión clara para comprender cuándo estás trabajando, como un letrero en la puerta o un accesorio en tu escritorio. Si tienes horas de trabajo predecibles, recuérdales cuándo volverá a ser toda tu atención para ellos.
Diles cómo prefieres que llamen tu atención (tocando a la puerta y esperando una respuesta, deslizando una nota debajo de la puerta o entregándotela directamente, dejando su peluche favorito en tu escritorio). También, es importante que todos los miembros de la familia comprendan cómo saber cuándo se trata de una emergencia real.
Tener una lista de actividades a las que puedan acudir (como lectura, proyectos de arte o juguetes) cuando no pueden seguir adelante sin tu ayuda, te dará un tiempo de tranquilidad hasta que puedas estar con ellos. Deja cerca las cosas a las que deseas que accedan y usen, y guarda aquellas que no deseas atiendan sin supervisión.
Para los niños mayores, podrías tener un libro de notas designado en un área común donde puedan escribir sus preguntas o inquietudes con el fin de abordar después del trabajo. Si tienen acceso a un dispositivo, pueden enviarte un mensaje de texto, un correo electrónico o incluso crear una reunión para revisarlos. ¡Asegúrate de hacerles saber cuánto aprecias su paciencia!
Si te has vuelto más propenso a discutir con tu pareja o criticar a tus hijos, está bien, no estás solo. Aprender a manejar el estrés en tus relaciones requiere tiempo y práctica.
- Cuídate: pon tu propio bienestar en un lugar destacado de la lista de prioridades. Ten un espacio de trabajo cómodo, haz ejercicio, come bien, mantente hidratado y haz del sueño una prioridad. Tómate el tiempo para recargarte y evita los dispositivos electrónicos, ya que no ayudan a tu cerebro a descansar tanto.
Las cosas negativas nos pesan a todos, pero podemos combatirlas enfocándonos en los momentos positivos a través de simples ejercicios de atención plena en tu escritorio, que no te llevarán más de 5 minutos. Cuidarnos ahora es más importante que nunca, ya que estar saludable es mucho más que una excelente condición: significa, en nuestro actual medio ambiente, tener un buen manejo de estrés, que tiene un gran impacto en tu salud, por lo cual es importante entender cómo tu cuerpo reacciona a este y cómo puedes reducirlo.
Aprovecha herramientas como la aplicación Escaner EDA de Fitbit, que detecta tu actividad electro dérmica, la cual nos indica una respuesta de tu cuerpo al estrés y si tienes acceso a nuestro servicio Fitbit Premium también puedes probar uno de nuestros ejercicios de respiración guiada en la sección de Mindfulness. Levantarte y revisar a tu hijo o hijos, incluso si estás ocupado, ayuda mucho. Celebra cuando hayas terminado de trabajar por el día y abordes el asunto más importante que es el de volverse a conectar como familia hablando sobre lo que salió bien, algo de lo que se sientan orgullosos y lo que esperan al día siguiente.
Lo más importante es que sea sencillo. Recuerda respirar, hacer una pausa, darles un gran abrazo a tus hijos y recordar que estás haciendo lo suficiente. Algunos días serán geniales, otros desafiantes. Pero, al final, tu familia recordará cómo los hiciste sentir, no cuántas cosas hiciste.
Fuente: Fitbit