A raíz del confinamiento y los cambios de rutina es bueno preguntarnos ¿Cómo están durmiendo los chilenos en pandemia? Los problemas para conciliar el sueño están cada vez más presentes en nuestra población. Especialistas confirman que la crisis sanitaria impactó fuertemente en la calidad del descanso, situación que ha derivado en problemas para conciliar el buen dormir, tensión y ronquidos frecuentes. El neurólogo de Nueva Clínica Cordillera, doctor Cristián Neira, explica que una mala higiene de sueño puede aumentar riesgos cardiovasculares.“El aumento de horas frente a pantallas -tales como tablets, notebooks, celulares, monitores o la televisión- recarga al cerebro de estimulación lumínica, haciendo que nunca se relaje y no se produzca la secreción de melatonina, hormona que interviene en el ciclo natural del sueño y no podemos conciliar un buen dormir porque se altera el proceso neurofisiológico del sueño”, indicó el profesional. Es por ello que, al experimentar un mal dormir, “al día siguiente andamos de mal humor, distraídos, irritables y, si esto se mantiene en el tiempo, podemos generar el Síndrome de Apnea –Hipopnea Obstructiva del Sueño, SAHOS-, enfermedad que produce los ronquidos, situación que se convierte en un factor de riesgo cardiovascular más, al igual que la hipertensión arterial y la diabetes mellitus”, señaló el doctor Neira.
Actualmente, se estima que en épocas normales, el 35% de la población padece de insomnio, porcentaje que se dispara en situaciones como las actuales, de pandemia y cuarentena, donde nuestro cerebro no alcanza un estado de reposo y relajación, y el organismo requiere descansar, al menos, 8 horas diarias.
Si bien, las horas de sueño son relevantes para alcanzar un buen descanso, la calidad del sueño será aún más importante. En este ámbito, el profesional plantea que “una buena higiene del sueño permite al organismo funcionar correctamente durante el día, lo que significa no quedarse dormido en situaciones cotidianas y no requerir siestas. Si no es así, lo más recomendable es acudir a un especialista”.
Pese a esto, el doctor explica que es posible generar correctas conductas de sueño, a través de la incorporación de acciones y hábitos que le permitan a nuestro organismo alcanzar un estado de relajación, entre las cuales destaca no consumir comidas pesadas y café después de las 18:00 horas; reducir el uso de celular, internet y televisión durante la noche y, en especial, al estar en la cama, momento en que nuestro cerebro se prepara para iniciar el sueño.
Frente a esto, el neurólogo entregó una serie de recomendaciones para mejorar la higiene del sueño y adaptarse de mejor manera a los horarios asociados al retorno a clases y el trabajo presencial:
No cambiar de espacio de manera repentina antes de iniciar un reingreso a las actividades habituales.
Comenzar a organizar la hora de levantarse, comer y acostarse con dos a tres días de que comience la rutina.
Evitar asados, comidas copiosas durante los días previos al ingreso para tener energía.
Respetar el espacio de descanso.
Disminuir el uso y la exposición a pantallas.