En el marco de la celebración del día mundial de la cepa Riesling, 13 de marzo, La Vinoteca da a conocer algunas características interesantes de esta uva que cada día gana más seguidores en nuestro país. El Riesling es una variedad de uva blanca originaria de la región del Rin, en Alemania, donde se encuentra su mayor cultivo, siendo el mayor productor a nivel mundial. Es apreciada por su característica “transparencia” y la influencia del suelo en sus aromas, con notas afrutadas y florales.
Su origen en nuestro país, se remonta al año 1885 cuando fue importado directamente desde Alemania. En la actualidad, se cultiva en los valles más fríos al sur de Chile, como Rapel, Curicó y Maule.
Es una uva que requiere temperaturas frescas, buen drenaje y zonas soleadas. Debe madurar lentamente y cultivarse buscando rendimientos moderados. En climas cálidos madura con demasiada prontitud.
Es una variedad de uva que acepta muy bien el envejecimiento, si tiene unos niveles aceptables de acidez. La principal característica de los vinos originados por la variedad de uva Riesling son sus aromas intensamente afrutados, desde fruta de hueso hasta cítricos, y además, suelen tener mucha acidez.
Casas del Bosque Riesling
Origen: Valle de Casablanca
El Riesling de Casas del Bosque presenta un color más pálido. Su característica principal es su aroma floral, con toques de membrillo y duraznos. Es un vino fresco y profundo en boca, de acidez equilibrada, y de final largo y mineral. Además, presenta un potencial de guarda de hasta 10 años.
El acompañamiento ideal para esta variedad es una comida que contenga carnes grasas de pescado o res, con acompañamientos de verduras naturalmente dulces como cebolla morada, pimentones rojos, zanahoria o zapallo. Las salsas trufadas también son una buena combinación para esta variedad. El sushi es un excelente maridaje para este vino.
Se sugiere servir preferentemente a una temperatura entre 5 – 6°C en verano y durante la temporada de invierno a 7 – 9°C.
Matetic Corralillo Riesling
Origen: Valle de Casablanca
Este vino presenta un color amarillo brillante, con intensos aromas afrutados y florales. Se pueden percibir notas a damascos con un gran toque mineral, sutiles tonos cítricos. Gran frescor y volumen, su sensación de gusto es mineral y salino, con un final agradable y persistente.
Para este vino se sugiere consumir con preparaciones en base a pescados y mariscos, especialmente aquellos con un toque yodado como ostras, además de quesos de sabor intenso y postre que incluya cítricos.
Se recomienda servirlo a una temperatura entre 5 – 6°C en temporadas de calor y para el invierno entre 7 – 9°C.