na serie de estudios indica que el confinamiento puede incrementar el deterioro cognitivo en los adultos mayores, hay un aumento de posibilidades para contraer algún trastorno neurodegenerativo sobre los 65 años. Es importante difundir que prácticas cotidianas y de fácil acceso, como la meditación y ejercicio moderado, además del consumo de ciertos alimentos, pueden prevenir estas patologías.
“Se ha mostrado, por ejemplo, que la enfermedad COVID-19 parece empeorar el nivel de demencia en los pacientes con este tipo de trastornos. Y que los factores de riesgo de Alzheimer y de otras demencias estarían presentes ya en adolescentes y jóvenes de menos de 20 años, lo que introduce otro factor de preocupación”, comenta el doctor Ricardo Maccioni, neurocientífico chileno, que participa de este encuentro.
Maccioni cuenta con 50 años de trayectoria en academia e investigación biomédica y advierte: “La prevención es crucial considerando que aún no existe una cura para las demencias. Se ha demostrado que elementos de la nutrición, el ejercicio diario, evitar sustancias tóxicas, así como una vida social activa, meditación y el control del estrés, actúan de manera preventiva mitigando el riesgo de la Enfermedad de Alzheimer (EA)”.
Envejecer manteniendo una alta calidad de vida
En este sentido y junto a otros destacados investigadores del área como son Juan Carlos Molina de Clínica MEDS, Raúl Prieto del Instituto Traumatológico de Chile y Cristian Vilches del Centro Xin Medicina China, los especialistas recomiendan pasos para envejecer de forma saludable:
· El uso de nutracéuticos, entre los cuales se incluyen el shilajit andino, vitaminas del complejo B, curcumina, ácido rosemarínico del romero, ajo, uva, arándanos, entre otros. “Una ventaja es que las terapias con nutracéuticos son “multitarget”, es decir, van dirigidas a diferentes blancos en la organización cerebral, importante porque la EA es una enfermedad multifactorial”, explica el doctor Maccioni.
· El uso de la meditación como herramienta altamente recomendada para adultos mayores durante el confinamiento forzado como el actual. El “mindfulness” ha demostrado una acción eficaz, no invasiva y no tóxica, en controlar el envejecimiento, contribuyendo, por otra parte, a disminuir los riesgos de adquirir EA.
· La práctica del Taichi o Taijiquan y el Chi Kung o Qigong enlentece el envejecimiento y favorece una longevidad saludable, disminuyendo por ende la probabilidad de una demencia. Tanto la meditación como el Qi Qong producen cambios funcionales y estructurales concretos en el cerebro demostrados por resonancia magnética nuclear; modificaciones que van acompañadas de cambios ontológicos. Incorporar el ejercicio aeróbico moderado y su práctica como una verdadera obligación para los adultos mayores, dada su demostrada acción a nivel de los telómeros (extremos de los cromosomas que actúan como “protectores” del ADN de las células). Esta acción se produce alargando los telómeros, a la vez que disminuyendo la probabilidad de demencias en un 50 %.
“Cada día se avanza en cuanto a determinar cuáles son los factores a nivel celular y molecular que controlan cómo y cuándo se envejece”, reflexiona el doctor Maccioni, autor de la Teoría de la Neuro Inmunomodulación, la cual plantea que existen señales de daños externos o internos que activan las células microgliales, favoreciendo la producción de factores citotóxicos que inducen la degeneración neuronal. “La buena noticia es que nuestras investigaciones han determinado que hay compuestos de origen natural con una fuerte actividad anti-inflamatoria, que aparecen como candidatos para la prevención y el tratamiento de trastornos neurodegenerativos”.
“Estamos viendo el éxito de la modificación del estilo de vida que apoya la EA como una condición crónica multifactorial que requiere, como las enfermedades cardíacas, múltiples puntos de intervención para mejorar la salud pública. La adopción de esta visión más integral puede transformar la forma en que beneficiamos a los pacientes a medida que avanzamos en nuestra comprensión de los mecanismos complejos de transformación desde un estado de plena salud al Alzheimer”, puntualiza el especialista.
“Se ha mostrado, por ejemplo, que la enfermedad COVID-19 parece empeorar el nivel de demencia en los pacientes con este tipo de trastornos. Y que los factores de riesgo de Alzheimer y de otras demencias estarían presentes ya en adolescentes y jóvenes de menos de 20 años, lo que introduce otro factor de preocupación”, comenta el doctor Ricardo Maccioni, neurocientífico chileno, que participa de este encuentro.
Maccioni cuenta con 50 años de trayectoria en academia e investigación biomédica y advierte: “La prevención es crucial considerando que aún no existe una cura para las demencias. Se ha demostrado que elementos de la nutrición, el ejercicio diario, evitar sustancias tóxicas, así como una vida social activa, meditación y el control del estrés, actúan de manera preventiva mitigando el riesgo de la Enfermedad de Alzheimer (EA)”.
Envejecer manteniendo una alta calidad de vida
En este sentido y junto a otros destacados investigadores del área como son Juan Carlos Molina de Clínica MEDS, Raúl Prieto del Instituto Traumatológico de Chile y Cristian Vilches del Centro Xin Medicina China, los especialistas recomiendan pasos para envejecer de forma saludable:
· El uso de nutracéuticos, entre los cuales se incluyen el shilajit andino, vitaminas del complejo B, curcumina, ácido rosemarínico del romero, ajo, uva, arándanos, entre otros. “Una ventaja es que las terapias con nutracéuticos son “multitarget”, es decir, van dirigidas a diferentes blancos en la organización cerebral, importante porque la EA es una enfermedad multifactorial”, explica el doctor Maccioni.
· El uso de la meditación como herramienta altamente recomendada para adultos mayores durante el confinamiento forzado como el actual. El “mindfulness” ha demostrado una acción eficaz, no invasiva y no tóxica, en controlar el envejecimiento, contribuyendo, por otra parte, a disminuir los riesgos de adquirir EA.
· La práctica del Taichi o Taijiquan y el Chi Kung o Qigong enlentece el envejecimiento y favorece una longevidad saludable, disminuyendo por ende la probabilidad de una demencia. Tanto la meditación como el Qi Qong producen cambios funcionales y estructurales concretos en el cerebro demostrados por resonancia magnética nuclear; modificaciones que van acompañadas de cambios ontológicos. Incorporar el ejercicio aeróbico moderado y su práctica como una verdadera obligación para los adultos mayores, dada su demostrada acción a nivel de los telómeros (extremos de los cromosomas que actúan como “protectores” del ADN de las células). Esta acción se produce alargando los telómeros, a la vez que disminuyendo la probabilidad de demencias en un 50 %.
“Cada día se avanza en cuanto a determinar cuáles son los factores a nivel celular y molecular que controlan cómo y cuándo se envejece”, reflexiona el doctor Maccioni, autor de la Teoría de la Neuro Inmunomodulación, la cual plantea que existen señales de daños externos o internos que activan las células microgliales, favoreciendo la producción de factores citotóxicos que inducen la degeneración neuronal. “La buena noticia es que nuestras investigaciones han determinado que hay compuestos de origen natural con una fuerte actividad anti-inflamatoria, que aparecen como candidatos para la prevención y el tratamiento de trastornos neurodegenerativos”.
“Estamos viendo el éxito de la modificación del estilo de vida que apoya la EA como una condición crónica multifactorial que requiere, como las enfermedades cardíacas, múltiples puntos de intervención para mejorar la salud pública. La adopción de esta visión más integral puede transformar la forma en que beneficiamos a los pacientes a medida que avanzamos en nuestra comprensión de los mecanismos complejos de transformación desde un estado de plena salud al Alzheimer”, puntualiza el especialista.