En Chile se realizan dos mil amputaciones de extremidades anuales, como consecuencia de heridas crónicas que nunca cicatrizan, “el temido pie diabético”, complicación que deriva de la diabetes mellitus. Según la Sociedad Chilena de Diabetes, mundialmente hay una amputación cada 6 segundos, más de un millón anualmente… y es lamentable, pero en Chile los números crecen, producto del mal cuidado cuando se diagnostica la enfermedad.
La diabetes mellitus, según la Encuesta Nacional de Salud (ENS), afecta a un 12,3% de la población chilena. Se estima que un 15% de los diabéticos serán hospitalizados alguna vez por problemas de pie diabético, trastorno causado por el aumento de los niveles de glucosa en la sangre debido a la falta de secreción de insulina. Esto provoca una disminución del flujo sanguíneo a los nervios, lo que produce daño en las extremidades, manifestado en forma de úlceras en los pies.
¿Por qué se produce el daño en las extremidades? Por el deterioro sensorial, que implica que los pacientes demoren más en notar que tienen alguna herida y las lesiones tardan más en cicatrizar. Debido a lo anterior, en Chile se realizan anualmente cerca de dos mil amputaciones a pacientes diabéticos, y se estima que existen 85 mil afectados por pie diabético, los que se encuentran en constante tratamiento.
Para Carolina Saravia, enfermera jefe de la Clínica CATH (especializada en el cuidado de heridas de adultos mayores, por más de 19 años), lo más importante es detectar la enfermedad a tiempo; entre los síntomas más comunes de la diabetes se encuentran: “Mucha sed, aumento del apetito, pérdida de peso sin explicación alguna, fatiga, irritabilidad, visión borrosa, heridas de cicatrización lenta, infecciones frecuentes, por ejemplo, en las encías, y muchas ganas de orinar, entre otros”, detalla la especialista, y aclara que: “Las complicaciones que conlleva la diabetes, si esta no se trata a tiempo, son: disminución de la visibilidad, diálisis, infartos cerebrales, infartos cardiacos, úlcera de pie diabético, entre otras”.
Para Saravia, el pie diabético muchas veces se produce por el mal cuidado de la enfermedad. “El exceso de azúcar en la sangre va dañando los vasos sanguíneos, disminuyendo el flujo de sangre a las extremidades inferiores, junto con las vitaminas, minerales, que son los que mantienen nuestros pies saludables y sin heridas. Si estas heridas no se tratan a tiempo se puede llegar a amputar un dedo, pie o pierna de la persona, según el daño; hay que agregar que estas heridas no son fáciles de tratar, necesitan cuidados especiales”, comenta.
En Chile existen más de 80 mil diabéticos que sufren úlceras de pie y que están en permanente tratamiento, lo que significa costos altísimos para el sistema público. El 68% del total de amputaciones de extremidad inferior corresponde a pacientes diabéticos, siendo el 80% de extremidades inferiores.
“El pie de diabético de manera lamentable está directamente relacionado con la educación del enfermo frente a la enfermedad y cuidados ante la diabetes. En Chile se les amputan más extremidades a los hombres, llegando a ser hasta el 74%, y solo un 26% a las mujeres, lo que permite prever que las mujeres se cuidan un poco más de contraer dicha enfermedad”, agrega Carolina Saravia.
Entre las recomendaciones para lograr evitar esta enfermedad se encuentran “el chequeo anual del azúcar en la sangre, una nutrición saludable, ejercicio por lo menos 3 veces a la semana y disminuir de la dieta los azúcares e hidratos de carbono”, finaliza la especialista.