Algo clave que nos ha enseñado la pandemia es a convivir con la tramitación remota. Desde hace un tiempo a la fecha hemos vuelto de manera gradual a la presencialidad, sin dejar atrás el mundo digital porque necesitamos evitar aglomeraciones, reducir tiempos de tramitación y barreras geográficas. En este contexto, las instituciones de educación se han tenido que adaptar, trasladando muchos procesos al mundo digital. Una solución que se impone para ellas: firma electrónica avanzada, que facilita los procesos de matrícula en institutos y universidades. Esta herramienta hace posible que la matrícula se realice a distancia.
La firma electrónica avanzada llega a solucionar dos barreras de entrada a cualquier trámite: “el tiempo, porque no tardarás más de 30 minutos al realizar cualquier tramitación con firma electrónica avanzada. En cambio, si tienes que ir a la institución, más el tiempo de espera, el hecho de firmar papeles, ya estás perdiendo un par de horas. La otra barrera es la geografía, el hecho de estar en otra ciudad o país es un impedimento para firmar de manera presencial, pero con la firma electrónica es un proceso inmediato, no importa el lugar donde lo hagas, la hora que sea o el dispositivo que utilices”, explica Diego González, Subgerente de Alianzas de IDOK, empresa chilena dedicada a optimizar los procesos de gestión, identificación digital y firma electrónica de personas, empresas y organizaciones.
Algunos trámites que hoy se pueden realizar en instituciones de educación:
Fotocopias de cédulas de identidad certificadas.
Ficha de antecedentes de alumnos.
Ficha de postulación.
Concentración de notas certificadas.
Licencia de Educación Media certificada.
Ficha de situación socioeconómica o acreditación de ingresos.
Certificados de alumno regular.
Diplomas de egreso.
El proceso de matrícula durante la época de pandemia, implicaba todo un desafío, pero con la implementación de la firma electrónica eso terminó. Este cambio recién se está incorporando y queda mucho camino por recorrer, “antes de la pandemia no se justificaba una inversión o capacitación al personal tan grande, el traspaso a digital se debe hacer en la misma institución. Hoy se está acelerando el cambio porque nos dimos cuenta como sociedad que hay formas más rápidas de hacer este tipo de trámites y muchos de ellos no necesitan ser presenciales”, comenta Diego González.