Experto define tres grupos esenciales de nutrientes que pueden ayudar a fortalecer nuestras defensas. En plena temporada de enfermedades respiratorias es frecuente escuchar hablar del sistema inmunológico, de cómo nuestro organismo combate infecciones, recomendaciones sobre cómo protegernos del frío y otros temas relacionados que se ponen en boga todos los años en esta época. El tema salud acapara titulares y si bien está condicionada por distintos factores como la alimentación, cuánto dormimos, el nivel de ejercicio físico e incluso con dónde y con quién vivimos, es clave poner atención a la inmunidad, pues es el sistema de defensa de nuestro organismo contra infecciones. Así lo asegura el doctor David Heber, presidente del Instituto de Nutrición de Herbalife.
El médico afirma que cuidar de nuestra inmunidad es muy importante para mantenernos sanos y fuertes y ahonda en el rol de nuestra dieta. “Se conoce que existe una estrecha relación entre la inmunidad y la calidad de la alimentación. Esto hace que sea crítico consumir una dieta equilibrada nutricionalmente.”
Hay tres grupos esenciales de nutrientes que pueden ayudar a fortalecer el sistema inmunológico para mantenernos saludables:
1. Proteína. También conocida como los bloques de construcción básicos del cuerpo, la cual permite al mismo fabricar anticuerpos que requiere para defenderse contra virus y bacterias invasoras. Para asegurarnos de que tenemos niveles suficientes de proteína en nuestra dieta, se puede optar por alimentos fuente de este nutriente como: pescado, aves, carnes magras, alimentos a base de proteína de soya, huevo y productos lácteos bajos en grasa.
2. Vitaminas y fitonutrientes. Las vitaminas A y C, así como los fitonutrientes, son jugadores clave en la salud del sistema inmunológico. La vitamina C participa en el proceso de producción de anticuerpos que combaten enfermedades mientras que la vitamina A apoya la salud de nuestra piel, los tejidos de nuestro tracto digestivo y el sistema respiratorio. Además, los fitonutrientes antioxidantes, que se encuentran en verduras y frutas, reducen el estrés oxidativo de nuestro cuerpo, lo que puede debilitar su capacidad para combatir enfermedades. Por último, se ha demostrado que varios fitonutrientes reducen el riesgo de cáncer y enfermedades cardiovasculares, son antiinflamatorios, impactan positivamente en la presión arterial y promueven la salud general de nuestro sistema inmunológico.
3. Probióticos y prebióticos. El sistema digestivo desempeña un papel central en el apoyo a la función inmunológica. El tracto intestinal es una de las principales vías de contacto con el entorno externo y el balance de su microbiota puede impactar positivamente a nivel inmune. Los probióticos son microorganismos vivos que confieren un beneficio a la salud de las personas que los consumen en cantidades adecuadas, mientras que los prebióticos son sustancias que pueden ser usadas como alimento por los probióticos.