Recientes investigaciones y estudios neurocientíficos han demostrado que la música es una gran herramienta para que un niño se desarrolle integralmente, de hecho sostienen que tocar un instrumento te hace mejor persona. Es que la práctica regular de la música estimula las funciones cognitivas, la creatividad, mejora la concentración, así como también fortalece la autoestima y la relación con otros. Incluso en la tercera edad los músicos evidencian un deterioro neurológico más lento que el común de los adultos mayores. Son tantos los beneficios de esta disciplina, que algunos padres están fomentando en sus hijos el estudio de un instrumento musical. Y lo hacen de manera privada, porque en general la educación músical de los colegios chilenos no cumple con sus expectativas; por algo este ramo es conocido como “el pariente pobre”.
Tras su arribo de Francia -donde estudió varios años- e impulsado por su pasión, el concertista Mario Cervantes se instaló en Viña del Mar, donde creó el Conservatorio Nacional de Música Sergei Prokofiev. El nombre es un homenaje a un artista que “llena mi espíritu. Me encantan los compositores rusos por su dominio técnico e intensidad. El creador del cuento musical Pedro y El Lobo es uno de mis favoritos”, cuenta Mario.
Hace 10 años, este pianista formado en la Universidad de Chile y Diplomado Superior de la Ecole Normale de Musique de Paris Alfred Cortot decidió invertir su capital en el conservatorio, y su apuesta dio frutos. Hoy es una institución consolidada, cuyo curriculum tiene a su haber varios premiados a nivel nacional e internacional. Cuenta con 300 alumnos entre sus dos sedes (Viña del Mar y ConCón); los niños y adolescentes están distribuidos en dos líneas de estudio: la libre y la clásica, en que adquieren las herramientas necesarias para seguir una carrera como músicos profesionales, si así lo deciden.
¿Qué línea de trabajo despierta mayor interés?
La mayoría toma la línea libre y no son más de 15 alumnos quienes se proyectan como músicos en la adultez. El mundo musical en Chile es complicado, esta profesión no asegura una buena calidad de vida, por eso es poco atractiva como carrera. Si hubiesen estos espacios para la música sería un mundo más diverso, lo que habla de la polarización de las universidades en el país, parece que el sistema apunta a que todos seamos ingenieros, lo que es una estupidez. En Europa, por ejemplo, las universidades, las escuelas de especialización y las grandes escuelas técnicas coexisten en armonía. Alguien que quiere estudiar una carrera técnica o un oficio gana el dinero necesario. Eso hace culturalmente una sociedad equilibrada y más sana.
En cambio nuestra sociedad parece centrada en la satisfacción inmediata y el éxito…
La sociedad chilena hoy tiende a lo rápido y fácil, el estudiar música clásica va en el sentido contrario, y más aún un lugar donde se enseña a hacer las cosas bien. Estamos inmersos en la cultura del clic, donde pinchas un link y tienes la solución. Hoy los niños, por ejemplo, no saben buscar en un diccionario. Está todo un poco light en la educación, no hay estructuras que permitan que los chicos se desenvuelvan bien o está el otro extremo con colegios que los bombardean y no les dejan tiempo libre. Cuando nos llega un alumno que quiere tocar música rápido y no le importa cómo -mientras sea de inmediato- le ofrecemos una pieza como estímulo. Quizás esté en un nivel más avanzado, pero se la enseñamos sin mayores pretensiones. El chico queda feliz y se estimula estudiando su partitura, esforzándose en avanzar. Va entendiendo que las metas se alcanzan gradualmente.
¿Cómo impacta el estudio de la música en un niño?
En nuestros alumnos vemos un patrón común, un niño que se desenvuelve bien en el estudio de un instrumento musical es un buen alumno en el colegio; es un chico completo. Aunque lógicamente eso también tiene que ver con una formación de la casa. El estudio de un instrumento musical no es milagroso para un niño que tiene déficit atencional, sin embargo ayuda. Existe un trabajo de concentración y psicomotor en el piano y los demás instrumentos. Hay posiciones físicas que los obligan a estar concentrados, además de la lectura de un nuevo lenguaje: las partituras. Es mucha información que está coactuando, y además de todo esto tenemos que comunicar. El mejor músico es el que mejor comunica. En el caso de los niños, les enseñamos a transmitir sensaciones y sentimientos. Se trabaja con los dos hemisferios del cerebro. Hay un nivel de concentración alto, ya que leemos y memorizamos en profundidad la partitura. Tenemos que plasmar música sin leerla.
Más constancia
¿Hay perfiles distintos entre los niños que prefieren un instrumento u otro?
Más allá del instrumento escogido hay perfiles diversos de estudiantes. Un profesor criterioso debe observar al alumno, conversar con él y conocerlo. Es importante que el estudiante aprenda algo que le guste. El perfil que uno construye con cada alumno se basa en qué música le enseño, para que él o ella pueda lograr un cierto objetivo. Los caminos van a variar de acuerdo a las habilidades del alumno, su personalidad y gustos.
¿Cualquier chico o adulto puede aprender a tocar un instrumento?
Sí, y se puede aprender a cualquier edad, la diferencia va a estar en el nivel de aprendizaje que se logre y la velocidad. En el conservatorio recibimos niños desde los 3 años. Mi hijo partió a los 2 años y medio, está aprendiendo piano en medio de juegos. Su ritmo de aprendizaje es diferente al de un niño de 9 años. También hay estrategias diferentes para alumnos que son muy dispersos, y la música sin duda los va a ayudar, puesto que la ejecución de un instrumento exige que se focalice.
¿Cuánto tiempo de práctica diaria requiere un alumno?
Cuando los niños son muy pequeños requieren seguimiento, apoyo en cuanto a posturas físicas para que su estudio en casa nos permita avanzar. También es importante que tengan un concepto de juego, no de estudio. Que sea un hábito como lavarse los dientes después de comer. El tiempo de estudio es relativo, aunque siempre se requerirá practicar. Un chico de 10 a 12 años debería dedicar unos 20 minutos al comenzar, para llegar a unos 40 minutos diarios.
¿Cuál es el plus del conservatorio en relación a otras escuelas?
Primero que todo, me declaro enemigo de la mediocridad, mi visión pedagógica del aprendizaje de la interpretación musical va por el lado del estímulo y los buenos resultados. En el Conservatorio Prokofiev buscamos que los alumnos sean felices haciendo las cosas bien. Hemos comprobado que a mayores logros, más felices son nuestros niños. Queremos formar niños completos, ya sea en el aprendizaje de la música popular o clásica, cualquiera sea su línea de estudio. Independientemente del método pedagógico o de las capacidades del alumno, nuestro objetivo es que el resultado sea bueno. Dentro de eso, les planteamos a los chicos el desafío de presentarse en un escenario. Aunque eso conlleve un cierto estrés, es un nerviosismo generado por la búsqueda de la perfección.
Talentos premiados Conservatorio Nacional de Música Sergei Prokofiev
Este 2017, Vincent Triviño y Rolly Parra ganaron el Primer Lugar del Concurso de Piano Claudio Arrau, en las categorías Primer Nivel Regional y Segundo Nivel Nacional, respectivamente.
Santiago Gallegos alcanzó el Segundo Lugar del Primer Nivel Regional del Concurso Claudio Arrau; en tanto Daniel Dodero y Amira Gallegos obtuvieron el Segundo y Tercer Lugar, respectivamente, del 2° Nivel Nacional del Concurso Claudio Arrau.
Durante 2016 Benjamín Pedemonte fue aceptado entre postulantes de todo el mundo al prestigioso Conservatorio Real de Bruselas – Bélgica, para continuar sus estudios superiores de piano.
En 2015 Benjamín Pedemonte conquistó el Primer Lugar del Concurso Internacional de Piano de Costa Rica “María Clara Cullell”.
Durante 2014 Simón Eckhardt fue aceptado en la prestigiosa Escuela Superior de Música de Hamburgo – Alemania, para continuar sus estudios superiores de piano, imponiéndose ante aspirantes de Europa y toda Latinoamérica.
Fotos: Pedro Moya
Como un avance de las fiestas de fin de año, este viernes 1º de diciembre los pianistas Catalina Jara y Mario Cervantes ofrecerán un Concierto de Navidad a cuatro manos. En la ocasión interpretarán villancicos y grandes obras de compositores clásicos. La cita es a las 19:30 hrs en el colegio Sagrada Familia (Villarica s/n Parcela 4, Los Pinos, Reñaca – Viña del Mar). La entrada es liberada. Con esta presentación abierta a la comunidad el Conservatorio Sergei Prokofiev pone término al ciclo 2017 de la Magia del Piano.