Se instala el frío y con él también llegan las ganas de no salir de casa. ¿Cómo mantener el ánimo para entrenar en invierno? y NO ser atrapada por el mullido sofá, las series y la comida. Hay que partir tomando conciencia de que la vida sedentaria nos puede causar desde bajas en estado de ánimo hasta complejas enfermedades cardíacas.
Fernanda Mackenna, velocista nacional y deportista de UA, nos entrega buenos consejos con el fin de vencer la flojera y salir a mover el esqueleto.
Vístete por capas. Las prendas que se utilicen deben ser ajustadas al cuerpo, para mantener el calor, pero con tecnología que facilite la evacuación del sudor; ligeras y fáciles de quitar si tienes calor y de poner cuando vayas agarrando frío. “La idea es abrigarte según las necesidades. Algunas prendas útiles son las calzas largas, las primeras capas, sudaderas, cortavientos, chaquetas técnicas, polerones, gorro, guantes. Además, se debe mantener protegida la garganta”, dice la medallista chilena.
Mantén partes clave del cuerpo bien calientes. “Las manos, los pies, la cabeza y la nariz deben estar protegidos del frío, dentro de lo posible, en todo momento”, dice la atleta. Según su experiencia, manteniendo ese calor uno queda libre de resfriados. Una buena manera es usar ropa especial para entrenar como calcetines largos, guantes y gorros de invierno deportivos.
Realiza tu rutina de ejercicios durante el día. Siempre que se pueda, entrena en la mañana o al mediodía, ya que por lo general son los momentos más cálidos y el sol nos proporcionará vitamina D, necesaria para el buen funcionamiento de los huesos, articulaciones y regular el estado de ánimo.
Concéntrate en el calentamiento. “Calentar el cuerpo antes del entrenamiento es muy importante en invierno. El calentamiento debe ser más activo e intenso que en el verano, ya que no podemos perder mucho tiempo en el frío y a la vez estar conscientes de la temperatura del cuerpo. Si no lo hacemos así, tendremos más probabilidades de lesionarnos y provocar daños en los músculos, tendones, ligamentos y articulaciones”, dice la medallista y agrega que “a veces, es recomendable poder realizar el calentamiento indoor y salir a correr una vez que el cuerpo esté listo para la acción”.
Vigila cómo respiras. Si entrenamos al aire libre cuando hace mucho frío, los tubos bronquiales se estrecharán y se reduce la capacidad de las membranas mucosas para estar húmedas. Para evitar esto, podemos usar pasamontañas y así mantener la zona de la nariz y garganta calentita y evitaremos resfríos. “También podemos inhalar por la nariz y exhalar por la boca, porque el aire demora más en llegar a los pulmones y, por lo tanto, en humedecerse y calentarse, lo que permite una respiración más eficaz”, recomienda la atleta. Eso sí, advierte que las personas con problemas respiratorios crónicos deben consultar a un médico especialista antes de hacer ejercicio, independiente de la temperatura.
Hidrátate. “Las personas tienden a pensar que como se suda menos en invierno no se requiere tomar agua, pero esto es un error”, puntualiza. No tomar líquidos mientras entrenamos nos puede llevar a la deshidratación. “Recomiendo tomar agua más tibia, con limón o pepino para darle sabor, andar con un termo en la oficina y mantenerse hidratado durante el día”, dice Fernanda.
No dejes de moverte. En invierno, los músculos se enfrían muy rápido y como consecuencia se pueden agarrotar e, incluso, producir una lesión. Por eso, es muy importante estirar y elongar al terminar el ejercicio. Si está muy helado puedes primero cambiarte de ropa y luego realizar estiramientos. “Los contrastes de agua fría y agua caliente también pueden servir”, comenta la velocista.
No te quedes afuera. “Es importante que entres a un sitio temperado lo antes posible y te cambies la ropa sudada por una seca”, explica la deportista, ya que en la primera media hora después del entrenamiento, el sistema inmune se encuentra débil y vulnerable. “Si nos quedamos con la ropa húmeda o en un ambiente frío estaremos propensos a contagiarnos de algún virus típico de invierno”, concluye.
Aliméntate. La energía necesaria para mantener nuestra rutina de entrenamiento la obtendremos de una buena alimentación y de los macronutrientes. “Verduras, frutas, legumbres, carbohidratos y proteínas son claves para tener la energía para el ejercicio y nuestro día a día. Los dulces y el azúcar no nos proporcionan la energía necesaria, por lo tanto, preocúpate de comer bien y tomar el dulzor proveniente de las frutas”, finaliza Fernanda Mackenna.