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¿Por qué nos sentimos más cerca de nuestras mascotas que de nuestras parejas?

¿Alguna vez te has sentido sola incluso estando acompañada? Si la respuesta es sí, no estás sola en eso. Y no lo decimos por consolarte, sino porque es una realidad que está golpeando a millones de personas en el mundo. Según cifras recientes, una de cada cuatro personas en el planeta se siente profundamente sola. Sí, una de cada cuatro. Y lo más preocupante: esto también afecta a quienes viven en pareja.

Este fue uno de los temas centrales abordados durante la II Jornada Internacional de Actualización en Investigación Sexológica, organizada por la Universidad Autónoma de Chile. Un espacio donde expertos nacionales e internacionales reflexionaron sobre cómo la soledad está redefiniendo nuestras relaciones, nuestros afectos y, por supuesto, nuestra sexualidad.

¿Estamos perdiendo la capacidad de amar?

El Dr. Manuel Lucas Matheu, director del Máster en Sexología de la Universidad Autónoma y autor del libro Sed de Piel, fue uno de los principales expositores de la jornada. Su diagnóstico fue claro y, en cierto modo, alarmante: estamos atravesando una crisis de contacto físico y conexión emocional. “Una de cada cuatro personas en el mundo se siente absolutamente sola, incluso estando en pareja. Esto está afectando cómo sentimos, vivimos y expresamos la sexualidad”, explicó el doctor.

¿Y por qué está ocurriendo esto? Según Lucas Matheu, hay varios factores que están convergiendo. La pandemia dejó secuelas que aún no terminamos de procesar: aislamiento social, miedo al contacto físico y una creciente dependencia de lo digital. A esto se suman discursos conservadores de líderes mundiales que, en lugar de promover las libertades individuales, fomentan el control y el rechazo a lo diferente.

Más cerca del perro que de la pareja

Una de las ideas más llamativas del Dr. Lucas fue la creciente tendencia a buscar vínculos afectivos con mascotas por sobre las personas. En su libro, profundiza en cómo el ser humano necesita contacto físico para sobrevivir y desarrollarse: solo en 2,5 cm² de piel tenemos unas 1300 células nerviosas, y cada yema de los dedos cuenta con cerca de 100 receptores sensoriales. Y sin embargo, hoy muchas personas prefieren acariciar a su gato antes que abrazar a su pareja.

¿Exagerado? No tanto. El primer estudio de población animal en Chile reveló que hay más de 8,3 millones de perrosmás de 4,1 millones de gatos con dueño en el país. Mascotas que, en muchos casos, cumplen un rol afectivo fundamental en la vida de sus tutores. ¿Por qué? Porque no juzgan, no exigen, no decepcionan. Y eso, en tiempos de incertidumbre emocional, se valora.

Sexualidad en crisis

Lo que estamos viviendo no es solo una crisis de soledad, sino también una transformación profunda de la sexualidad. Y no se trata únicamente de prácticas o preferencias, sino del trasfondo emocional y psicológico que las sostiene. Durante la jornada, se discutió también sobre los modelos de pareja tradicionales y emergentes, y cómo estos impactan en la salud mental y el bienestar general.

En palabras simples: estamos replanteando lo que significa estar en pareja, tener relaciones íntimas y formar vínculos duraderos. Y muchas veces, en ese proceso, lo que más cuesta es volver a conectar con uno mismo para luego conectar con otros.

¿Y qué podemos hacer desde Santiago?

Si vives en Santiago de Chile, seguro sabes que esta ciudad puede ser maravillosa, pero también vertiginosa. El ritmo acelerado, la hiperconectividad y la falta de espacios de contención real pueden intensificar esa sensación de soledad. Por eso, es importante buscar redes de apoyo: terapia, grupos de conversación, talleres de bienestar emocional o, simplemente, retomar el contacto con amigas con las que has perdido la comunicación.

Y ojo, no se trata de demonizar el cariño por las mascotas —al contrario, ¡qué haríamos sin ellas!—, sino de preguntarnos por qué nos está costando tanto vincularnos con otras personas. ¿Nos da miedo? ¿Nos sentimos vulnerables? ¿Estamos demasiado ocupadas?

Volver a tocar (y tocarnos)

En un mundo que cada vez prioriza lo rápido, lo virtual y lo desechable, tomarse el tiempo para un abrazo, una caricia o una conversación profunda parece un acto casi revolucionario. Pero quizás ahí esté la clave para comenzar a sanar esa “sed de piel” de la que habla el Dr. Lucas.

Porque al final del día, lo que todas buscamos no es solo compañía, sino conexión genuina. Y eso, aunque parezca obvio, no siempre se encuentra en una relación de pareja… ni tampoco en los likes de Instagram.

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