Tal fue el impacto y alcance de Burn to Give que las donaciones de calorías no sólo provinieron desde Chile, según los registros de la aplicación en más de 80 países se han donado calorías durante este segundo desafío. Una de las grandes novedades que ayudó a alcanzar la meta de forma tan rápida fue la creación de la aplicación móvil Burn to Give, disponible en iOS y Android. Esta cuenta con más de 100 deportes, registra la actividad física de cada usuario y calcula las calorías quemadas gracias a una calculadora propia. Para quienes ya realizan ejercicio a través de otras aplicaciones, como Runtastic o Strava, la aplicación entrega la opción de integrarse y de agregar esas calorías quemadas. Además, al compartir en las redes sociales las calorías donadas, Burn to Give duplica la donación.
Los deportes que más donan. Dentro de los 100 deportes con los que cuenta la aplicación los que más han aportado en donaciones son el ciclismo, running, pesas, entrenamiento funcional, crossfit, spinning, natación y caminata.
Animate a la 1º corrida Burn to Give
El domingo 11 de noviembre se llevará acabo otra de las grandes novedades de este segundo desafío: la primera Corrida Burn to Give. Esta se realizará en el Centro Cívico de Vitacura en dos distancias: 3K y 10K.
Además, la corrida contará con la presencia de la ministra del Deporte, Pauline Kantor, ya que la carrera obtuvo el patrocinio de dicha cartera y de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura).
Red de Alimentos es una organización privada sin fines de lucro, que implementó el primer banco de alimentos de Chile y opera exitosamente desde octubre de 2010. Más información en web.redalimentos.cl
Las inscripciones para esta carrera tienen un valor de $15.000 en los 10K y $10.000 para los 3K. Los participantes pueden inscribirse AQUÍ
Uno de cada 4 niños menores de 5 años sufre de malnutrición crónica; esto equivale a más de 150 millones de niños en todo el mundo.
Recibir una nutrición deficiente en etapas tempranas de la vida -particularmente en los primeros 1.000 días desde la concepción hasta los 2 años de edad- tiene consecuencias adversas en los niños. Algunas de estas consecuencias incluyen baja cognición y rendimiento escolar, bajos salarios en la adultez, pérdida de productividad y, cuando es acompañado por un aumento excesivo de peso al final de la niñez, un incremento en el riesgo de enfermedades crónicas relacionadas con la malnutrición en la adultez.
Nuestra meta final: proveer nutrición para ayudar a alimentar las mentes y cuerpos de niños con el fin de que puedan crecer saludables, pensar claramente y aprender eficientemente en el colegio.