Las tardes de los domingos suelen teñirse de una inquietud sutil pero persistente para muchos. Esa sensación de ansiedad que acompaña la inevitable cercanía del lunes, marcando el fin de la libertad y el regreso a la rutina laboral o estudiantil. Este fenómeno, conocido como el Síndrome del Día Domingo, no es solo una excusa para postergar el inicio de la semana. Según el “Termómetro de Salud Mental en Chile Achs-UC”, uno de cada cuatro chilenos enfrenta síntomas relacionados con la ansiedad, lo que sugiere que este malestar es más común de lo que podríamos pensar inicialmente.
El Síndrome del Día Domingo se manifiesta en formas diversas, desde la ansiedad y nerviosismo hasta la falta de motivación y la irritación inexplicable. Además, se acompaña de manifestaciones físicas como tensión muscular o dolores de cabeza, resultado de la anticipación constante de los desafíos que la semana pueda traer.
¿Cuáles son las causas subyacentes de este fenómeno? Entre ellas se destacan el sesgo hacia lo negativo, donde tendemos a enfocarnos más en los aspectos estresantes y desafiantes de nuestra semana por venir, descuidando así el disfrute de nuestros momentos de descanso. El desequilibrio entre la vida laboral y personal también juega un papel crucial, con una falta de desconexión efectiva que perpetúa el estrés y la ansiedad. Además, la insatisfacción laboral puede intensificar estos sentimientos, haciendo que el regreso al trabajo sea una carga emocional adicional.
No todas las personas son igualmente susceptibles al Síndrome del Día Domingo. Aquellos con personalidades perfeccionistas, ansiosas o altamente estructuradas tienden a experimentar este fenómeno con mayor intensidad. Para ellos, el simple pensamiento del lunes puede desencadenar un aumento del estrés que incluso afecta su capacidad para conciliar el sueño.
Sin embargo, no todo está perdido. Desde la Psicología Positiva, se ofrecen estrategias efectivas para mitigar estos síntomas y recuperar el equilibrio emocional los domingos:
- Fortalecer el equilibrio entre vida laboral y personal: Establecer límites claros, como no llevar trabajo a casa y reservar tiempo para actividades de ocio y descanso.
- Planificar actividades enriquecedoras para el fin de semana: Comprometerse con hobbies y actividades que generen un estado de flujo, permitiendo así una desconexión efectiva del trabajo.
- Priorizar el autocuidado: Incluir prácticas como la meditación, ejercicios de respiración o simplemente dedicar tiempo a actividades que promuevan el bienestar emocional.
En definitiva, reconocer y abordar el Síndrome del Día Domingo es crucial para mantener una salud mental equilibrada y disfrutar de los momentos de descanso de manera más plena. Adoptar estas estrategias no solo puede aliviar los síntomas, sino también transformar la manera en que enfrentamos el inicio de cada nueva semana.
BY: Carolina Yáñez, psicóloga organizacional y especialista en Desarrollo Organizacional, Felicidad Empresarial y Psicología Positiva. Miembro activo de la World Happiness Foundation.
