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Carencia de vitamina D

La vitamina D, conocida por la asociación que se le hace con el sol, es mucho más importante de lo que creemos. Su presencia en nuestro cuerpo es clave ya que está relacionada con el bienestar de nuestros huesos y con la adecuada absorción de minerales, como el calcio y el fósforo. ¿Qué ocurre en el cuerpo cuando hay carencia de vitamina D? Iván Araya, médico internista de IntegraMédica, explica la importancia de esta vitamina, señales de deficiencia y quiénes están más propensos a presentar niveles bajos.

“La vitamina D actúa previniendo el raquitismo en niños y la osteomalacia (huesos blandos o débiles), enfermedad metabólica que se produce como resultado de una insuficiente calcificación o depósito de calcio en el tejido óseo. Pertenece al grupo de las vitaminas liposolubles y es la única sustancia que estimula la absorción de calcio y fósforo de los alimentos en el intestino”, explica Iván Araya, médico internista de IntegraMédica

Su déficit puede producir dolor óseo y debilidad muscular en los adultos. También es común que se manifieste con fatiga, cansancio, desánimo e insomnio. “En los niños, por su parte, se puede detectar por huesos del cráneo blandos y huesos largos de crecimiento anómalo. Los bebés con falta de vitamina D, por ejemplo, tardan más tiempo en sentarse y gatear”, cuenta el doctor Araya sobre sus señales.

¿Quiénes están en más riesgo de presentar carencia?

● Adultos mayores, porque su piel ya no la produce tan efectivamente al tomar sol.

● Personas de piel oscura.

● Personas con enfermedad de Crohn y celíacos.

● Obesos y pacientes que han tenido un by pass gástrico.

Detección y recuperación

La forma más eficiente para detectar la falta de vitamina D es a través de un análisis de sangre, el cual se sugiere realizar una vez al año. “En caso de déficit es importante nivelar, ya que la carencia de vitamina D puede conducir a osteoporosis y fracturas en los huesos”, sostiene Araya.

La principal fuente de esta vitamina es la luz del sol. Una exposición solar de 10 minutos tres o cuatro días a la semana garantiza los niveles adecuados de esta vitamina en el organismo. La recomendación es la exposición responsable al sol, basta con unos pocos minutos en brazos y piernas sin bloqueador, ojalá en horas de la mañana para evitar la máxima radiación. El resto del tiempo debe usarse bloqueador solar si se va a estar al sol. 

“Otra fuente importante de vitamina D son los alimentos como el pescado azul (principalmente salmón), el aceite de hígado de pescado (sobre todo el de bacalao), la margarina, la yema de huevo, los crustáceos, la leche y los productos lácteos”, explica el doctor Araya.

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