Más allá de la obsolescencia (vida útil programada) de los celulares, su duración en el tiempo dependerá principalmente de los cuidados que se le otorguen. Prolongar su tiempo de uso es posible, siguiendo simples pasos.
Entre los factores esenciales para la conservación de un smartphone se cuentan cargar correctamente el dispositivo (no es indispensable que sea el cargador original pero sí el adecuado), y el uso de accesorios de protección, como láminas y carcasas, además de evitar los golpes.
Según la famosa Ley de Moore, cada 18 meses se duplica la capacidad de un chip, por lo que un celular queda técnicamente obsoleto entre los 18 meses y los dos años, pero esto depende del uso que el usuario le dé. Así, uno de los principales problemas que se presenta con los teléfonos celulares es el funcionamiento de las aplicaciones y/o el sistema operativo. “Muchas veces sale el nuevo sistema operativo y lo instalamos sin mirar los requerimientos básicos. Lo primero es verificar si el equipo es compatible, de lo contrario es mejor no actualizar”, explica Juan José Retamal, docente de Comunicación Digital y Multimedia de la Universidad del Pacífico.
Mitos de la batería
Una de las creencias erradas respecto a la mantención del celular es que se debe esperar a que se descargue por completo y luego cargarlo al cien por ciento. “La mayoría de los equipos usa baterías de litio. Los fabricantes sugieren mantener el celular con la mayor carga posible y recargar cada vez que baje al 40%. En líneas generales, se recomienda mantener una conducta de carga y si no se puede cargar el celular por completo, se debería procurar hacerlo al menos una vez al mes”, asegura el especialista.
Otro factor importante es cargar la batería del celular con un conector apropiado. Para ello, se debe tener en cuenta la capacidad de carga de la batería y la del cargador.
“El amperio es una unidad básica de medida eléctrica que mide la intensidad de corriente eléctrica, lo que en palabras simples es la capacidad de carga. Es por eso que las baterías se miden por cantidad de amperios expresados en miliamperios, que es la relación de 1000 es a 1 (mil miliamperio mA es 1 Amperio). No hay que confundir con la cantidad de energía que puede suministrar una batería, que se mide en voltios. La relación de capacidad de carga y descarga, energía suministrada y recursos activos de un dispositivo, influyen directamente en la duración de una batería”, explica Retamal.
“Hay que tener especial cuidado con el cargador, ya que si bien es cierto hoy el estándar es micro USB y 5 voltios, no todos los cargadores entregan el mismo amperaje. Hay que ver cuál es la necesidad de amperes del aparato, ya que uno de menor cantidad demorará más en suministrar la carga, así como también uno de mayor capacidad -que es lo recomendado- cargará más rápido. Por ejemplo, las tablet usan 1,5 o 2 y la mayoría de los celulares de gama media usa de 1 amperio. Esto no dañará la batería, sin embargo, si el cargador o suministro de amperes es demasiado bajo (como el suministrado por USB del computador, por ejemplo), el estrés de carga y calor que se genera puede dañar la vida útil de la batería”, concluye el docente universitario.