El 31 de octubre es de las fechas más azucaradas del año, ya que las golosinas son una de las protagonistas de esta celebración. Frente a esto, Daniela Gómez, nutricionista del Centro de Obesidad de Clínica Bupa Santiago, propone “menos dulces y más travesuras”, por qué es importante evitar el consumo elevado de azúcar en pocas horas. Acá algunos consejos para disfrutar esta festividad con opciones más saludables.
“En Halloween los niños y niñas se ven expuestos a una gran cantidad de azúcar libre, que es aquella que la Organización Mundial de la Salud (OMS) define como los mono y disacáridos añadidos a los alimentos procesados. Estos azúcares ingresan al torrente sanguíneo rápidamente y cuando esto ocurre, el páncreas libera insulina para regular, provocando, en consecuencia, una sensación de cansancio o sueño, que luego impulsa un nuevo deseo de comer algo dulce. Estos excesos son una montaña rusa de alzas y bajas de azúcar para el cuerpo y pueden causar malestares gástricos como dolor abdominal, hinchazón, estreñimiento o diarrea. Por eso es importante acompañar, en lo posible, a los niños este día y enseñarles por qué es importante limitar su consumo, comiendo algunos dulces y guardando otros para otras ocasiones”, explica Daniela.
Botella de agua
Es bueno preparar y educar a los niños y niñas antes de comenzar la celebración, generando conciencia sobre los efectos del azúcar en grandes cantidades. La recomendación es que la ingesta sea acotada y temprano, para que después de comerlos les dé tiempo para correr, jugar al aire libre y así gastar el exceso de energía. Otro consejo útil es llevar una botella con agua cuando van a pedir dulces y ofrecerla mientras caminan. Esto ayudará a contrarrestar el aumento excesivo de azúcar en la sangre.
También, es aconsejable mantener horarios de comida y ofrecer alimentos naturales altos en fibra, como frutas, verduras y legumbres, así como una adecuada hidratación.
Preparaciones saludables
Las opciones saludables son una muy buena alternativa para disfrutar de un Halloween sin excesos. Algunos ejemplos:
- Aprovechando que aún quedan mandarinas y que estas son similares a una calabaza, podemos dibujar una cara de calabaza en la cáscara y luego invitarlos a degustar.
- Cortar plátanos por la mitad, simulando un fantasma y utilizar chips de chocolate para añadir los ojos.
- Realizar brochetas de frutas mezclando, por ejemplo, frutillas, plátano, mandarinas, kiwi y agregar un malvavisco.
- Preparar galletas caseras de avena y plátano sin azúcar, realizando figuras de calabaza, fantasma, etc.
- Hacer muffins caseros de zanahoria y arándanos, sin azúcar.
- Preparar gelatina sin azúcar dentro de cáscaras de naranja cortadas por la mitad y previamente lavadas. Cuando ya esté formada, puedes recrear la cara de una calabaza.
“Es importante que cuidemos la alimentación de nuestros niños y niñas, y les enseñemos a comer con moderación, ya que, a largo plazo, el exceso de azúcar puede provocar resistencia a la insulina o una dependencia a comer cosas dulces. Más aún en el contexto nacional en el que estamos, en el que tenemos altos índices de sobrepeso y obesidad en menores y adolescentes”, enfatiza Daniela Gómez. M
